ANTIGUO CEMENTERIO
DE LA VILLA
DE LA VILLA
Desde el comienzo del Cristianismo, los pueblos enterraban a sus difuntos fuera de las poblaciones, ya que por estar perseguidos durante mucho tiempo, no podían tener un lugar seguro para enterrarlos. Ello dio lugar a utilizar Catacumbas, por ejemplo: las de San Calixto en Roma, en Palermo, en París y las de los Monjes Capuchinos, entre otras.
Una vez pasado este largo periodo de persecuciones al Cristianismo, empezaron
las donaciones de terrenos junto a las Iglesias, comenzando así a producirse
los enterramientos en los aledaños de las Iglesias. Paralelamente, comenzaron a
enterrarse a las personas notables en el interior de las Iglesias, hecho que se
extendió con posterioridad a toda la población.