lunes, 30 de julio de 2012

ANTIGUO CEMENTERIO

        ANTIGUO CEMENTERIO 
                     DE LA VILLA



Desde el comienzo del Cristianismo, los pueblos enterraban a sus difuntos fuera de las poblaciones, ya que por estar perseguidos durante mucho tiempo, no podían tener un lugar seguro para enterrarlos. Ello dio lugar a utilizar Catacumbas, por ejemplo: las de San Calixto en Roma, en Palermo, en París y las de los Monjes Capuchinos, entre otras.

Una vez pasado este largo periodo de persecuciones al Cristianismo, empezaron las donaciones de terrenos junto a las Iglesias, comenzando así a producirse los enterramientos en los aledaños de las Iglesias. Paralelamente, comenzaron a enterrarse a las personas notables en el interior de las Iglesias, hecho que se extendió con posterioridad a toda la población.


En nuestro pueblo, se empezó a enterrar a nuestros difuntos en las bóvedas existentes de nuestra antigua Parroquia de Santa María de Gracia, desde que ésta se construyó, que fue aproximadamente entre los años 1550-1565. Desde esta fecha hasta el año 1704, los difuntos se enterraban sin hacer constar su fallecimiento en ningún documento, con la salvedad de la constancia de los óbitos en algunas partidas de matrimonio que consta, (fulanito/a de tal, hija de… y de… difuntos), ya que los libros de difuntos se inician el 5-01-1704.

En España, para terminar con la costumbre de enterrar en las Iglesias, en 1773, el Rey Carlos III ordenó que se construyesen los Cementerios fuera de las poblaciones, tal y como dispone el ritual romano. Ante el incumplimiento de esta ley por diversas cuestiones, este mismo Rey mandó restablecer dicha orden en 1787. Como en algunas localidades, la orden seguía sin cumplirse, su hijo, el rey Carlos IV, ordenó en 1804 otras medidas para reactivar la construcción de los nuevos Cementerios en extramuros.

Investigando en los archivos eclesiásticos de nuestra Parroquia, he hallado unos documentos sobre este tema y sobre las dificultades que nuestros antepasados tuvieron para poder realizar y cumplir con las órdenes recibidas para la construcción del cementerio. Por eso, expongo un pequeño resumen para su conocimiento por los vecinos de nuestro pueblo.

Entre los años 1802 y hasta finales de 1806 hubo una serie de oficios, cartas, y contestaciones entre el Obispo de Córdoba D. Pedro Antonio de Trevilla, D. Cristóbal Joseph Yturralde, el Vicario de la Villa D. Joaquín Ximénez y Pastor, el Excmo. Sr. Duque de Medinaceli y Santisteban del Puerto y D. Nereo de Dueñas y Vilches, Corregidor y Alcalde Mayor de la Villa de Montalbán, donde se instaban al Vicario y al Alcalde Mayor de la Villa a construir el cementerio, para dejar de enterrar los difuntos en la Iglesia Parroquial y en las Ermitas de la Villa, y que se costeasen con los caudales de Fábrica, si los hubiera, con los partícipes de los diezmos, las tercias Reales, Excusado y Fondo propio de pobres, ayudando los caudales públicos con la mitad ó tercera parte y tranqueando el terreno en que haya de construirse, si así conviene. (Real Orden del 3-04-1781).

El Vicario, quería solar la parroquia y quitar las bóvedas y los enterramientos por el bien de la Salud Pública, pero tenía el inconveniente de que el Ayuntamiento no tenía fondos para su construcción en aquellos momentos, aunque estaba dispuesto a hacer frente a la parte que le correspondía, tomando para ello las diligencias oportunas.

Transcurrió el tiempo y se seguía enterrando en la Iglesia Parroquial hasta que en marzo de 1812 el Excmo. Sr. D. Jean de Dieu Soul, Duque de Dalmacia, Mariscal y Comandante General de las fuerzas francesas en España (1769-1851), mandó cerrar las bóvedas y enterramientos a cal y canto para que no se enterrase en las iglesias, a pesar de que aún no se había podido construir el susodicho cementerio.

En nuestro pueblo, los difuntos se enterraban en su mayoría en la Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia, y en las siguientes Ermitas:
-          Ermita de la Caridad (Antiguo Hospital), situada en el antiguo Cuartel de la Guardia Civil y junto a la Tercia, todos los entierros eran de Limosna y de Caridad.
-          Ermita de la Vera-Cruz, situada en la calle Amargura junto al antiguo cementerio y en la encrucijada con la calle Empedrada, derruida en 1941. En el año de 1812 se enterraron en ella bastantes difuntos.
-          Ermita de San Sebastián, situada en el antiguo Huerto del Duque, hoy entrada al Pasaje Huerto del Duque, al final de la calle Ancha.
-          Ermita Madre de Dios, en donde se enterró entre otros, a un hijo Ilustre de nuestro Pueblo llamado D. Antonio Mariano de Villalba de Trillo-Figueroa, también llamado D. Antonio Mariano de Villalba de las Doblas y Laxa. El Iltmo. Sr. Duque de Medinaceli y Santisteban del Puerto le nombró Alguacil Maior del Castillo y Fortaleza, Regidor y Teniente de Corregidor del Ayuntamiento de la Villa, Familiar y Alguacil Maior del Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba (1756-1769). Con fecha 30-08-1797 se le concedió el título de Hijosdalgo en la Ciudad de Granada, por los Reales Alcaldes del Crimen e Hijosdalgo de la Audiencia y Chancillería de su Magestad.
(Legajo núm. 5201, número 10 de la Inquisición).
Inscrito en el Libro 3 de difuntos, al Folio 156.
-          Ermita de San José, que fue derruida. En esta Ermita se enterró solo un difunto llamado Francisco del Río, y consta en el Libro 3 de difuntos, al Folio 196.

En el acta del último difunto que se enterró en la Iglesia Parroquial de la Villa, consta lo siguiente: //En veinte y quatro de Enero de mil ochocientos Catorze: Se enterró en la Parroquial de esta Villa de Montalbán, (…) el cadáver de Catalina Zamorano (…)//. Libro 3 de difuntos, al Folio 209.

Y en el acta del primer difunto que se enterró en el Cementerio antes citado en calle Amargura, consta lo siguiente: //En once de Febrero de mil ochocientos catorze: Se enterró en el Cementerio de esta Villa de Montalbán, (…) el cadáver de Isabel Moreno, (…) //. Libro 3 de difuntos, al Folio 209.

En 1849, Isabel II, Reina de España, emitió un Decreto rechazando una exposición efectuada por el Real Obispo de Mallorca al Ministerio de Gracia y Justicia, donde solicitaba que se realizasen las exequias de cuerpo presente en las Iglesias. En el Real Decreto, no se contemplaba la petición del Real Obispo, debido a que en el mayor número de casos, sería perjudicial para la Salud Pública. De este Real Decreto quedaban exceptuados los Arzobispos y Obispos, los que gozan del privilegio de poder ser enterrados en sus respectivas Catedrales.


Como hemos visto, el cementerio, se construyó entre los años 1812-1813 en un pequeño terreno junto a la Ermita de la Vera-Cruz, como se puede comprobar en el plano del Instituto Geográfico y Estadístico de fecha 18-01-1895.



El día 28-06-1919 a las 7 horas de la tarde, se bendijo la ampliación del Cementerio, por el Rector y Cura Párroco D. Jesús Lucena y Luque, según consta en el Libro de Actas, folios 65, 66 y 67, “Bendición de la Ampliación del Cementerio Católico de esta Villa”. A este acto, asistieron, el Alcalde-Presidente del Ayuntamiento, el Secretario, el Juez Municipal y el Cabo Comandante de Puesto de la Guardia Civil de la Localidad.

Este cementerio, lo conocimos la mayoría de los Montalbeños hasta su destrucción, donde hoy está instalada la Guardería Infantil “Carmen Sillero Ruz “y las dependencias de la Asociación de Alzheimer. A la entrada del cementerio había un rebate que era una columna de mármol rosa, y según consta en un documento, pudiese ser de origen califal.

Una vez construido el actual cementerio, se dejó de enterrar en el de La Vera Cruz, siendo el último difunto Antonio Ruz Pino,  enterrado el día 29-07-1967.

Y el día 3-08-1967 se enterró en el Cementerio actual el primer difunto que fue Francisco Pascual García López.

Como conclusión, podemos deducir la buena sintonía que existía en aquella época entre la Iglesia Católica y las Autoridades Municipales, las cuales cumplieron con su parte en la construcción del antiguo cementerio de La Vera Cruz.

Mi más sincero agradecimiento a nuestro Párroco D. Jesús María Moriana Elvira, por su generosidad, dedicación, colaboración y sobre todo, por permitidme investigar en los archivos Eclesiásticos de nuestra Parroquia de Santa María de Gracia.

Miguel López Romero
Genealogía Montalbeña
Julio-2012

Publicado en la Revista de Feria-2012, Páginas 15, 16 y 17.


                

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