GUERRA
DE LA INDEPENDENCIA Y SUS
CONSECUENCIAS EN
LA VILLA DE MONTALBÁN
El Motín de Aranjuez se
produjo entre el 17 y 19 de marzo de 1808, debido entre otras causas a la
pérdida de la batalla de Trafalgar (21-10-1805), a que la marina Española se
había perdido casi en su totalidad, al descontento de la nobleza y a la
impaciencia del Príncipe de Asturias (futuro Fernando VII) por querer reinar
antes de tiempo. Como consecuencia de todo ello, dio lugar a que el Rey Carlos
IV abdicara en su hijo Fernando VII, el 19 de marzo de 1808. Este primer
reinado fue muy breve a consecuencia de la invasión del Reino España por
Napoleón Bonaparte con más de 100.000 soldados (algunos historiadores hablan
unos 65.000) al mando del Mariscal Joachin Murat (1767-1815), casado con María
Annunziata Carolina Bonaparte (1782-1839), hermana de Napoleón. Éste que había
entrado con el ejército francés por los Pirineos en febrero de 1808, entró en Madrid el 23 de marzo de 1808, sugiriendo al
Rey Fernando VII que marchara a Burgos para recibir a Napoleón, el cual consiguió que Fernando VII devolviese
la corona a su progenitor Carlos IV, y éste
firmó la famosa y vergonzosa acta de abdicación a favor de Napoleón. De esta
forma, Napoleón coronó como Rey de España a su hermano José Bonaparte (conocido
como Pepe Botella) y a su cuñado Joachin Murat que tenía el título de Gran
Duque de Berg. Lo coronó como Rey de Nápoles (Italia), en agradecimiento por
los servicios prestados al Imperio Francés.
Carlos IV recibió como
compensación el palacio de Compiègne y el sitio
de Chambord como residencias y una pensión en metálico; Fernando VII recibió el castillo de Valençay
(antigua fortaleza feudal rodeada de magníficos jardines). Mientras en España comenzaba la guerra de la
Independencia el 2 de mayo de 1808.
Napoleón quería
conquistar el Reino de España, y esta invasión Napoleónica estaba encubierta por
el tratado de Fontainebleau, con el pretexto de invadir el Reino de Juan VI de Portugal,
y por ello tomó varias plazas entre ellas Barcelona, Pamplona, San Sebastián,
Figueras, Burgos y un sinfín de ellas.
El día 7 de junio de
1808, el ejército Francés entró en la ciudad de Córdoba al mando del General Pierre-Antoine
Dupont de l´Etang, conde de “Dupont” (1765-1840), saqueando los Palacios,
Iglesias, Conventos de monjas, e incluso se produjeron violaciones. Era una
forma de vengarse de los españoles ante los bandos que publicaban las
autoridades Españolas a favor del Rey Fernando VII. Córdoba quedó arrasada, se
llevaron infinidad de objetos de mucho valor sentimental y económico, como en otras
tantas ciudades.
José I, como así se llamó
el hermano de Napoleón, reinó en España hasta 1813, año en que fue derrotado el
ejército Francés. El 11 de diciembre del
mismo año, ante el fracaso de las tropas francesas en España, Napoleón
reconoció a Fernando VII como Rey de España.
Nuestro pueblo como
otros tantos, también fue arrasado por las tropas Napoleónicas, y según nos
cuenta nuestro Cronista Oficial de la Villa D. Manuel Pérez de la Lastra y Villaseñor,
la ocupación francesa en Montalbán afortunadamente duró muy poco tiempo. Robaron
todo lo que había en las casas de particulares, profanaron la Iglesia
Parroquial y ermitas de la época, llevándose cuantas cosas de valor había en
ellas, e incluso hubo un heroico defensor del Calvario llamado Juan García, que
al oír los gritos que daban varias mujeres aceleró el paso, se puso en la
puerta del Calvario con el hacha que traía en la mano (unos decían que era un
hocino), diciendo en voz alta que no se acercara nadie a la ermita, ya que de
lo contrario le costaría caro, pero el
hecho es que atemorizados los franceses ante el arrojo de este montalbeño, no
profanaron el Calvario.
En el libro de
defunciones Eclesiástico correspondiente a los años que duró la guerra no he
encontrado fallecimiento de ningún paisano por causa de esta guerra, salvo que
ocurriese fuera de la Villa de Montalbán.
El ayuntamiento
afrancesado quemó cuantos documentos les podía incriminar por los hechos
acaecidos bajo su gestión como Regidores de la Villa. Por ello no se ha
encontrado nunca documento alguno de esa época.
Fotocopia
de la portada dirigida por el Sr. Corregidor de la Ciudad de Écija a los Jueces
y Justicias de la Villa de Montalbán.
Después de la guerra de
la Independencia nuestro pueblo quedó casi sin recursos económicos. Según el Legajo 591 del Archivo Municipal de Écija,
el día 23 de enero y el 17 de febrero de 1816 se reciben en dicho Ayuntamiento
dos escritos del Excmo. Sr. Capitán General de la Provincia de Sevilla,
dirigidos al Sr. Corregidor de Écija, dando órdenes para reunir a todos los
cultivadores de tierras y exigirles un tributo para ayudar al exterminio de los
malhechores que existían después de la guerra (bandoleros, facinerosos y
otros). Para ello, exigía recaudar dos maravedíes mensuales por fanega de
tierra, aranzada de olivar, viña y huerta.
Este impuesto se hizo a
los siguientes pueblos de la comarca: Carmona, Fuentes de Andalucía, La
Campana, Peñaflor, Palma del Río, Herrera, La Puente de Don Gonzalo (hoy Puente
Genil), Écija, La Rambla y Montalbán.
Parte
de la contestación de los Jueces y Justicias de la Villa de Montalbán al Sr.
Corregidor de Écija.
Todos los pueblos
cumplieron la orden del Capitán General de Sevilla y contestaron a su debido
tiempo.
Los regidores de la
Villa de nuestro pueblo le contestan al Corregidor diciéndole que como
consecuencia del paso por el pueblo de unos 8.000 soldados del ejército francés
en 1810, camino de Cádiz, Montalbán fue saqueado y robado cuanto tenían en los
dos días que permanecieron en él. Los dejaron en la más completa miseria, y que
por estas circunstancia es el pueblo más infeliz de las Andalucías; y es tal el estado de sus
vecinos por las deudas que tienen atrasadas que no pueden asistir a la ayuda que
el Sr. Capitán General les solicita.
Juan se casó dos veces. Su primera esposa se llamaba Juana Capote de Hariza (1775-1833) casados el 3 de junio de 1810, de la cual tuvo dos hijos llamados: Bartolomé Joséf y Miguel Chanfleu Capote. En segundas nupcias se casó a la edad de 56 años con Juana Pérez del Río (1816-1891), 31 años más joven que él, y de este matrimonio tuvo seis hijos (por lo que se ve, este no perdió el tiempo…) llamados: Juana, María Rosalía, Bartolomé, Juan, Miguel y Francisca Chanfleu Pérez.
No todo lo que hicieron
los franceses en Montalbán fue malo, nos dejaron el apellido “CHANFLEU”. Ritón Juan Chanfleu de Aubán, se había establecido en Montalbán
hacia el año 1805, 3 años antes de la invasión Napoleónica, y cinco años antes
de su primer matrimonio (según consta en la partida de matrimonio), nacido el
año 1785 en Estencarbón (Francia), y
murió en esta Villa el 13 de julio de 1864 de pulmonía, a la edad de 79 años. Era
hijo de Bartolomé Chanfleu y su esposa Juana María de Aubán, ambos naturales de
la misma ciudad francesa.
Juan se casó dos veces. Su primera esposa se llamaba Juana Capote de Hariza (1775-1833) casados el 3 de junio de 1810, de la cual tuvo dos hijos llamados: Bartolomé Joséf y Miguel Chanfleu Capote. En segundas nupcias se casó a la edad de 56 años con Juana Pérez del Río (1816-1891), 31 años más joven que él, y de este matrimonio tuvo seis hijos (por lo que se ve, este no perdió el tiempo…) llamados: Juana, María Rosalía, Bartolomé, Juan, Miguel y Francisca Chanfleu Pérez.
Este apellido “CHANFLEU”
siguió durante cuatro generaciones y derivó en “CHANFREUT”, a partir del 2
de septiembre de 1878, durante otras cuatro generaciones hasta nuestros
días. Al día de hoy existen ocho
generaciones, de las cuales tan solo he podido relacionar a 412 personas que
han llevado y llevan este apellido.
Agradezco a mi amigo
José Parejo Ostos, natural de Écija (Sevilla) por haberme facilitado los
documentos que le solicité.
Montalbán
de Córdoba, 14 de junio de 2014
Miguel
López Romero
Genealogía
Montalbeña
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